La educación en Castilla y León.
Menuda sorpresa me he llevado cuando investigando para este post, resulta que no somos tan malos en educación como pensaba:
Dejo aquí algunas impresiones:
Parece ser que Castilla y León es la única región española que siempre sale en cabeza del 'ranking' de PISA en todas las competencias evaluadas entre alumnos de 15 años, que miden tanto comprensión lectora como matemáticas y capacidad global. También es la autonomía con alto grado de equidad e integración social, es decir, menos diferencias entre los que mejores y peores puntuaciones sacan y sin que sean significativas las diferencias entre centros públicos y concertados. Otro de los éxitos de los que pueden presumir castellanos y leoneses es tener, junto con los extremeños, el índice más bajo de acoso escolar según el estudio de la OCDE.
"Tiene muchas señales que reflejan la excelencia del sistema", afirma Xavier Prats-Monné, ex director general de Educación de la Comisión Europea y asesor de la UOC. "Los alumnos muestran gran sentido crítico en las pruebas, lo que demuestra que tienen un nivel educativo sofisticado que, además, es inclusivo.
Castilla y León tiene muy pocos estudiantes entre los peores y muchos entre los mejores.
"Aquí se le da mucha importancia a la educación en las familias y se nota en la implicación", destaca María Revilla, profesora de Lengua Castellana y jefa de estudios durante 13 años del Colegio de los Escolapios de Soria, un centro cuyos resultados en el 'ranking' PISA for Schools supera en promedio la media de países como Finlandia y Singapur.
Castilla y León es, además, una sociedad homogénea que recibe poca inmigración, lo que simplifica la integración en el aula de niños con otras lenguas y orígenes diversos. "Una menor tasa de inmigración en las aulas favorece los resultados PISA", afirma Carmen López Esteban, directora del Máster en Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato de la Universidad de Salamanca.
Otro factor diferenciador es el tamaño de los pueblos en Castilla y León, que son mucho más pequeños que en otras zonas rurales de España. Esa dispersión tiene problemas asociados, pero también puede ser una ventaja. "La clave de nuestras escuelas rurales es que tenemos menos niños por clase, no porque lo diga la ratio de la Consejería, sino porque en el pueblo no hay más niños", explica Gema, una profesora leonesa que lleva 14 años dando clase como interina.
Haciendo un ejercicio de sinceridad, también hemos de reconocer nuestras debilidades entre las que destacaría:
La gran despoblación territorial que vivimos que nos lleva, en ocasiones, al cierre de escuelas rurales.
Un elevado porcentaje de fracaso escolar.
Habrá que seguir trabajando.... :)
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